Siempre le estaré agradecida al
fular elástico por introducirme en el mundo del porteo. Es una manera fácil de
entrar en contacto con todos esos metros de tela que acostumbran a tener los
fulares, y de perderles el miedo (¡¡cinco metros de tela!! Se dice pronto eh…)
La gente acostumbra a iniciarse en
el porteo con el fular elástico por distintos motivos: es fácil encontrarlos en
tiendas de puericultura, aunque no estén especializadas en portabebés; tienen
un precio muy asequible; son fáciles, o aparentemente fáciles, de colocar; y
aunque al principio te puede infundir un poco de respeto, es fácil perderles el
miedo porque para anudarlos no necesitas tener al bebé en brazos (esto, cuando
empiezas y no dominas el tema, puede dar pánico!)
El nudo básico para el fular
elástico es pre-anudado. Esto significa que primero haces el nudo y “montas” el
fular y después, cuando lo necesitas, colocas al niño. Esto te permite hacer el
nudo en casa tranquilita, hasta que te salga bien, y dejarte el fular puesto
aunque no coloques al niño dentro, evitando arrastrar la tela por la calle
cuando necesites ponértelo. Es muy práctico! También se pueden hacer otros
nudos pero, en mi opinión, si ya sabes hacer otros, mejor que los hagas con un
fular tejido. (De las ventajas de los fulares tejidos ya hablaré en otro post)
Cabe decir que por la calle se ven
muchos fulares elásticos, pero cuesta verlos bien puestos. Es común verlos poco
ajustados, con el bebé pendulando o bien, colocado de manera poco fisiológica,…
Para colocar correctamente un
fular elástico, se deben tener en cuenta ciertos aspectos para la comodidad y
seguridad de nuestro bebé:
·
Sus vías aéreas deben
estar siempre a la vista del porteador.
·
Su cabeza debe estar a
la altura de nuestros besos sin que le clavemos el mentón.
·
Si le miramos la
espalda de lado, ésta se debe ver en forma de C.
·
Si le miramos la
espalda desde enfrente, la columna debe quedar recta.
·
Su pelvis debe quedar
basculada y en forma de M. Esto significa que su perineo se apoyará en nuestra
barriga, y sus rodillas siempre quedarán más altas que su culo (este hecho es
el que hace, a los fulares en concreto y a los portabebés en general, tan
recomendables en caso de displasia de cadera)
·
Nos aseguraremos de
que no queden arrugas en la tela. Esto no es para que quede más mono! Sino que
las arrugas serían indicativo de poco ajuste.
·
Y... la ‘prueba del algodón’. Si te inclinas hacia
adelante, el niño no debe despegarse de tu pecho.
El fular elástico pero, tiene la
vida corta, eso sí. Se puede llevar cómodamente hasta que el bebé ronda los 8
kg, aunque los fabricantes divergen sobre el tema, en función de la cantidad de
elastina que tenga la tela y también de la honestidad de cada uno… A parte, la
tela del fular elástico tiende a envejecer mal.
Otro contra que tiene el fular
elástico es el calor que, al ser semi-sintéticos, da su tejido en verano
(aunque si tienes la suerte de parir en invierno, como yo, esto se puede
convertir en un punto a favor…). A parte, para asegurar un buen ajuste,
necesitas hacer nudos de más de una capa (más calor). Esto, con el fular tejido,
no pasa.
Aun teniendo estos contras, yo os
lo recomiendo, el fular elástico, al principio. Es lo más parecido a volver a
tener a tu hij@ dentro de la barriga. Un gustazo, en serio. Yo si volviera a
tener un bebé, aun habiendo probado el fular tejido, repetiría con el elástico
al principio. Sin duda alguna!
Si os queréis comprar un fular elástico, os recomiendo ir a una tienda
especializada. Dónde podáis tocar las telas. Hay muchas. Gordas, finas, unas dan más calor que otras… Hay unas
muy elásticas y hay otras que no lo son tanto. O si no tenéis ninguna tienda
cerca, contactad con una asesora de porteo, que os podrá explicar las diferencias
entre marcas y ayudaros a escoger la que más se ajuste a vuestras necesidades.
En fin, como en todo, para gustos, colores…
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